Me siento agotada, me esta hartando esta
mala costumbre que tengo de creerme la nada para una persona. Y en esto la
psicóloga tiene razón, me pongo en un lugar (no solo es el lugar que una
persona me pone) que creo merecer. Opto por tener una postura mayoritaria,
fría, como si fuese una pared a quien le pegan y no siente nada. Pero
interiormente me doy cuenta que no lo soy. ¿Será miedo? Lo tomo como un
auto-cuido de mi misma, si al sentir que nada soy para el otro, menos puedo
pretender que me cuiden.. si no me cuido yo, quien lo hace?
Y ahí va de nuevo la postura de que para
el otro soy la nada, un cero a la izquiera, alguien que poco vale, poco
importa. Para no perder la costumbre de mi bipolaridad, me auto-excuso con la
idea de que no puedo pretender algo de alguien si no somos nada. Ese es mi
problema, que al ser nada no existen las quejas pero el sentimiento de
apreciación, de angustia, de bronca no se va.
No obstante siento que la nada sí dura
para siempre, porque un todo es algo tan irreal..y un poco es ni mas ni menos
que otra de las cosas que no llevan nombre y no tienen fin. Comprendí entonces,
que no quiero ser la nada, no quiero ocupar ese espacio en la vida de alguien,
creyendo que para mi esa persona no es nada, si no algo que está, que perdura
en el tiempo (pasado-presente- y quién sabe si futuro).
Me asusta también pensar que alguien
pueda quererme, cuidarme.. estoy acostumbrada a eso.. “ser nada” .¿ Y si de
pronto aparece alguien que me brinda todo: contención, apoyo, oído, confianza.?
Yo me inhibo.
“Si la nada dura para siempre, vos
querés ser mi nada?” Yo quiero ser lo que brindo, lo que entrego, lo que
ofrezco en mi momento. Yo quiero ser quien soy, sin cambios ni objetivos a
futuro. Para ser la nada, lo fui mucho tiempo (o en esa situación me ubique yo
misma, indirectamente). Y me canso el silencio de la nada, la soledad de la
nada, el individualismo de la nada.
No obstante tampoco quiero serlo todo (y
ahí va, una vez más, la bipolaridad) , no quiero serlo por miedo a fallar,
aunque eso no este en mis pesares, no quiero serlo tampoco por el minimo echo
de que esperen algo de mi y yo no ser esa persona quien pueda dárselo. En fin, soy
esto: no soy la nada ni el todo.